Preparación
¿Cómo me enteré del programa?
Bueno, lo primero es lo primero, ¿no? Vamos, como decía mi profesor de Matemáticas, como las integrales: por partes.
Todo empieza con un correo. Revisando un día la bandeja de entrada me
topé con un mensaje mediante el que se nos informaba de un programa
para poder visitar Japón durante unos días. En él se nos comentaba
también los objetivos del mismo: acercar la realidad japonesa a
jóvenes de todo el mundo.
El programa se divide en varias áreas de especialidad. No todas
las universidades tienen que tener las mismas plazas para las mismas
especialidades. Cuando fui tuve la suerte de que la ULPGC tenía 1
plaza para el programa para el área de Ciencias y Tecnología.
No me lo pensé mucho y mandé lo que necesitaban:
- CV con datos de contacto
- Carta de motivación relativa al programa MIRAI y la estancia en Japón
- Pasaporte en vigor escaneado
- Acreditación de nivel de inglés (B1 o superior)
- Acreditación de lengua japonesa si tuviera
- Expediente de académico
No obstante, también hay una serie de requerimientos por tu parte cuando quieres formar parte del programa:
- Comprometerse a compartir mediante redes sociales las experiencias vividas en Japón durante y después de la estancia
- Tener buena salud y estado físico
- No haber residido en Japón durante más de 6 meses ni haber disfrutado de otra beca académica japonesa.
- No tener nacionalidad japonesa y ser nacional de alguno de los países que estaban presentes en el correo.
- Comprometerse a complimentar un cuestionario al finalizar el programa y 3 meses después.
- Tener más de 20 años
- Ser capaz de comunicarse en inglés fluido.
- Ser estudiante matriculado en la ULPGC
Fases de selección
Poco después de mandarlo todo, el personal del Consulado se puso en
contacto conmigo (diosito, ¡qué emoción!) para informarme de que pasé
la
primera fase de selección: la evaluación de los documentos que
mandamos (sí, los van a ver y estudiar individualmente. Prepara un CV
que sea bonito). Así que pasé a la segunda fase: una entrevista
con el Sr. Cónsul.
Concreté una fecha para la entrevista
presencial en el Consulado. Mis nervios estaban a flor de piel porque
no sabía qué era lo que me iba a esperar allí ni lo que se me iba a
preguntar. Al final todo fue mejor de lo que esperaba. Esta segunda
fase, grosso modo, era para poder conocer personalmente a los
candidatos y poder realizar una elección en base a un conocimiento
mucho más profundo. Si has llegado tan lejos ya, te felicito. Ponte
elegante y, ¡a por todas!
Una vez hayas hecho la entrevista puedes irte a casa, al trabajo o a la playa que ya has hecho todo lo que estaba en tu mano. Es el momento de esperar a que se lleve a cabo la elección de los estudiantes que participarán con el programa MIRAI en tu universidad. Alrededor de una semana después, la secretaria del Consulado se puso en contacto conmigo para darme la tan esperada noticia, ¿me habrían seleccionado? Porque tanto si lo era como si no, me iban a avisar. Tras un par de palabras (y muerto de nervios) me dijo que hiciera las maletas para la fecha estipulada porque me iba a Japón con el programa MIRAI ,¡no me lo podía creer!
Preparación para el viaje
Como el viaje era en marzo, iba a hacer algo de fresco. La ropa de abrigo tenía que ser casi obligatoria. Imagino, por otra parte, que te interesará saber qué es lo que realmente hace falta que lleves en cuanto a ropa. ¿Qué es demasiado formal? ¿Qué es demasiado informal? No te preocupes, te comento qué es lo que llevé:
- Un traje que me hizo falta debido a un evento en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
- Camisas (ojo, que no camisetas).
- Pantalones chinos (vi compañeros con vaqueros y tampoco hubo problema) para los eventos que haya en el día a día.
- Algo de business casual en el caso de que haya un evento con alumnos de universidades japonesas.
- Adaptador de corriente para viajes. Japón no tiene una instalación eléctrica compatible con la de Europa, así que ten cuidado.
- Neceser de viaje que todos llevamos siempre con nosotros para la higiene personal de cada uno